viernes, 24 de abril de 2015

Las Leyes de la Espiritualidad

Hay veces que nos encontramos en estados emocionales deplorables, no sabemos distinguir entre lo que realmente esta sucediendo y lo que creo que esta sucediendo, cierro la mente y el corazón, no me permito escuchar lo que hay alrededor mío, y para esos momentos, muchos de los clientes cuando están en sesión conmigo, les invito a trabajar el siguiente ejercicio:

Les pido que se permitan estar por un momento cada día, en un estado de total aceptación, sin crítica, sin juicio, sólo observando y permitiéndose fluir.

LA PRIMERA LEY DE LA ESPIRITUALIDAD.

“La persona que llega es la persona correcta”.

Es decir que nadie llega a nuestra vida por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación....

Desde la persona que más amo, hasta el más odioso de mis nemesis, están ahí por algo, aceptarlo y actuar en consecuencia me llevaran a crear las relaciones interpersonales sólidas, amorosas, creativas y satisfactorias que siempre he deseado.

LA SEGUNDA LEY DE LA ESPIRITUALIDAD.

“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”.

Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en la vida podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: “si hubiera hecho tal cosa…habría sucedido tal otra…”. No.

Lo que sucedió fue lo único que pudo haber sucedido, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que acontecen en nuestra vida son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

Mi ego buscara siempre justificar cada actitud, deshacerme de la responsabilidad de cada acción y transferirla a todos a mi alrededor, pero la realidad es que soy el responsable de cada situación que "sucede" en mi vida, como diría Amado Nervo "soy el arquitecto de mi propio destino"; así que cada situación que viví, estoy viviendo y viviré, me pertenecen y puedo hacer de ellas momentos de satisfacción máxima y lecciones de vida maravillosas, es mi elección.

LA TERCERA LEY DE LA ESPIRITUALIDAD.

“En cualquier momento que comience es el momento correcto”.

Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestra vida, es allí cuando comenzará.

LA CUARTA LEY DE LA ESPIRITUALIDAD.

“Cuando algo termina, termina”.

Simplemente así. Si algo terminó en nuestra vida, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

No es casual que estés leyendo esto. Si este texto llega a tu vida hoy, es porque estás preparado para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado.

Saludos.

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